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jueves, 17 de diciembre de 2020

“NO QUIERO IRME CON LA PALABRA EN LA BOCA”: Crónica de los apus del Urituyacu en Iquitos

Manolo Berjón 

Miguel Angel Cadenas

Parroquia Inmaculada - Iquitos

 

El Urituyacu es un afluente del bajo Marañón por la parte izquierda, en el distrito de Urarinas, provincia y región Loreto. Este espacio es el territorio ancestral del pueblo omurano, del que quedan algunos integrantes. Desde muy temprano en el s. XX hay presencia del pueblo urarina. Los kukama llegaron en varias oleadas a raíz de las fuertes crecientes del río Huallaga en la década de 1970. Es difícil saber cuántas comunidades hay. Depende de los criterios que se utilicen. Pero nosotros contamos 19 núcleos poblacionales.



© Manolo Berjón. Mujeres urarina y kukama.

A comienzos de noviembre estos apus cortaron el Marañón a la altura de la comunidad de Nueva Alianza. Tuvieron una reunión con representantes del Estado y les invitaron a bajar a Iquitos para la siguiente ronda de conversaciones. En lo que sigue daremos breve cuenta de ello.

El 14 de diciembre de 2020 nos pasamos todo el día acompañando a los apus del río Urutiyacu en el Gobierno Regional de Loreto para sus reclamos. La reunión fue como todas estas reuniones. Funcionarios públicos que dicen querer escuchar y apus que están cansados de que les den largas y no solucionen sus problemas. En el transcurso de las reuniones los apus no se quedaron con la palabra en la boca, hablaron con una claridad meridiana.

Durante la mañana se trató fundamentalmente sobre educación. Piden profesores buenos en cada comunidad. Confían en conseguirlo. Ahora bien, a nosotros nos sigue pareciendo que la educación en Loreto deja mucho que desear, con índices de comprensión lectora y matemáticas por los suelos. No es cierto que la educación sirva para subir en la “escala social”. El otro tema de la mañana fueron los núcleos ejecutores. Un tema complejo. Ya hay comuneros denunciados en otras cuencas. Los malos manejos y el rol de agentes externos a las comunidades tienen mucho que ver. Pareciera que esto de los núcleos ejecutores sea para meter en la cárcel a los indígenas.

En la tarde la reunión se calentó un poco. Estuvimos esperando que llegara un representante del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). No llegaba. Se estuvo a punto de suspender la reunión hasta el día siguiente. Pero, entonces, una de las participantes en el evento se levantó y dijo lo que todos sentían: no queríamos venir a Iquitos porque sabíamos lo que nos iba a pasar. Pero ustedes nos dijeron que no podían llegar las autoridades hasta Nueva Alianza para saber de los proyectos. Así que aceptamos venir a Iquitos y ahora que estamos acá, no nos atienden. Palabras más, palabras menos, eso fue lo que dijo. Le siguieron dos apus con los reclamos. Subió la temperatura de la reunión. Cuando estábamos en plena tensión llegó el representante del MTC y habló de los proyectos de su Ministerio, pero ninguno les afectaba a los presentes. Esto es una buena metáfora: te reúnes con un Ministerio y el funcionario de turno te cuenta su trabajo, pero en su relato tú no apareces. Patético. Los apus piden antenas de telefonía móvil. El Estado responde que eso está en manos de inversores privados. Es decir, nada. Ninguna empresa va a invertir en el Urituyacu. El volumen de negocio no es rentable, lo cual no es óbice para que no tengan derecho y el Estado deba garantizarlo.

El día 15 de diciembre de 2020 continuaron las reuniones, pero en espacios diseminados por la ciudad. Comenzamos en el auditorio del GOREL (Gobierno Regional de Loreto) con Petroperú. Vinieron 5 personas expresamente de Lima para la reunión. Tengamos en cuenta que Petroperú acaba de pagar medio millón de soles por un logo nuevo. Viven en el país de las maravillas. Después de los saludos protocolares y la presentación, comenzaron con la línea de tiempo. Los apus, cansados de ver siempre las mismas presentaciones, no aceptaron la reunión y se concluyó. Petroperú no accede a remediar los derrames del 2016 porque OEFA (Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental) no ha sacado todavía su informe. Es terrible, más de 4 años y no hay ningún informe. OEFA también estaba invitada a la reunión, no se presentaron. En la tarde los de OEFA llamaron a uno de los apus para disculparse e indicar que a la brevedad saldrá el informe. A nosotros nos sigue pareciendo una falta de respeto.

A las 11.00 a.m. teníamos que dejar el auditorio del GOREL para otro grupo. Una expulsión en toda regla para indicar el grado de importancia que el Estado le daba a estos apus. De ahí nos invitaron a la reunión con el MIDIS (Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social). Cambiamos de escenario, motocarro de por medio. Trataron muy bien a los apus. El ingeniero que estaba en la oficina del MIDIS les dijo que su institución está para incluirlos en los planes y de esta manera accederán a sus servicios que incluyen al Ministerio de Salud, de Cultura (Interculturalidad), RENIEC (Registro Nacional de Identificación y Estado Civil), Banco de la Nación, Pensión 65 y Juntos. Hay que hacer una solicitud para que sean incorporados en los planes del 2021. Ahí nos dieron el almuerzo. A eso de las 5.00 p.m. tuvieron reunión con la DIRESA (Dirección Regional de Salud). Por otros compromisos no les pudimos acompañar. En llamada telefónica posterior nos comentaron que estaban contentos porque el director de la DIRESA les visitará a mediados de enero 2021, para ver in situ la propuesta de implementación del Centro de Salud de Nueva Alianza y tres nuevos anexos. Hay algunas peticiones más como una motonave, que se puede ver en su pliego de reclamos. 

© Manolo Berjón. Líder urarina

Hasta acá un breve resumen de la crónica. A continuación realizaremos algunas apreciaciones personales de todo lo vivido.

1.       Un poco de contexto. Durante la visita de los apus del Urituyacu a Iquitos se desarrolla el Congreso Ordinario de ORPIO (Organización Regional de Pueblos Indígenas del Oriente), en el que no participan. Simultáneamente se produce una reunión en el proceso de consulta previa del lote 192. Se pretende entregar este lote petrolero por 30 años más. Perú, de nuevo, contra el tiempo. Para todos queda claro que los combustibles fósiles ya fueron. Pese a tener petróleo de baja calidad y problemas ambientales muy serios Perú decide seguir licitando dicho lote petrolero. De locos.

 

2.       Que la PCM (Presidencia del Consejo de Ministros) tenga que encargarse de los conflictos sociales locales es muy gráfico. Por un lado, la debilidad y fracaso de las regiones. De hecho en Iquitos se ven los conflictos sociales como una agresión contra la ciudad, sin pensar en ningún momento en qué situación están las comunidades: con niveles más altos de anemia, pésima escolaridad, muy limitada atención en salud, sin cobertura telefónica… Como región es para pensar el olvido y desprecio hacia la gente de las comunidades. Y sin tener en cuenta ni el territorio ni las migraciones. Iquitos está en la luna. Por otro lado, el corte de ríos y la paralización de actividades petroleras “atentan” contra el relato nacional (entiéndase intereses económicos de por medio), por eso interviene la PCM. No tanto en beneficio de los indígenas, sino en interés del “relato nacional”.

 

3.       El tipo de reunión no es el adecuado. La PCM coordina con todos los sectores para entablar la reunión con los apus. No se trata de eso. Lo que se precisa es que el Estado actúe, no que los funcionarios vengan a escuchar. Sin embargo, todo se desarrolla en el formato del Estado-nación, caduco en nuestra opinión. Los apus deben apuntar más a los derechos indígenas y los convenios internacionales. Hay experiencias interesantes de los wampis con el territorio integral.

 

4.       “Mapas de exclusión”. El funcionario del MTC presentó varios proyectos que tiene pendientes su ministerio. Uno de ellos: “creación de internet en localidades aisladas, zona selva 2018”. Pero ninguna de las localidades de los apus presentes está en la lista de comunidades beneficiadas. Nos parece que este proyecto es un “mapa de exclusión”. Pues bien, estos apus están incluso excluidos de los “mapas de exclusión”. De igual manera sucede con el MIDIS, sólo que este ministerio, por estar enfocado a los excluidos hablaba de “incorporarlos”. Es como si el Estado tuviera un ministerio para los excluidos, sin hacer mayor esfuerzo en otras áreas. Esta división a varias velocidades nos indica que no todos somos iguales. La ciudadanía no es garantía de igualdad de derechos. En otros países con la ciudadanía adquieres [o adquirías] otros derechos, como los laborales. En Perú la ciudadanía no garantiza derechos.

 

5.       Atención a las comunidades y migración. La migración es imparable, pero si logramos que la gente que desea vivir en una comunidad tenga los servicios mínimos, la migración a la ciudad será más suave. Las ciudades amazónicas ya son insufribles. Vienen a la ciudad para que sus hijos estudien y se encuentran sin servicios mínimos y con una pésima educación y salud. Esto hay que corregirlo en la raíz, brindando buenos servicios en las comunidades. Los apus tienen razón en todos sus reclamos, hay que atenderlos. Como dijo alguno de ellos: “no venimos a pedir un regalo, son nuestros derechos”.

 

6.       La implantación en el territorio es muy sabia por parte de los indígenas. Pequeños núcleos que garantizan estar cerca de los recursos naturales: caza, madera… Con alta movilidad social y migración que garantiza la reposición de los ecosistemas. Pero el Estado les obliga a nuclearse, agotando los recursos de su entorno. Lo inteligente sería que el Estado aprenda de las lógicas indígenas, les apoye y les garantice los derechos mínimos. Las políticas estatales suelen abandonar a las pequeñas poblaciones. Un grave error del tamaño de un monstruo y de una pésima interacción con el medio ambiente de consecuencias lamentables: desnutrición, anemia, pésima calidad educativa y sanitaria…

 

7.       Retórica. Varios funcionarios vinieron a “escuchar”. Los apus indicaban que del paro salió una plataforma de lucha que desconocen. Ya han debido escuchar, ahora los apus quieren conseguir sus derechos. Que el Estado actúe.

 

© Manolo Berjón. Líderes del Urituyacu


ALGUNOS TITULARES. Frases recogidas de los apus.

-          “Tomen un poco más de atención a nuestros reclamos”: cuando los funcionarios paraban en sus celulares.

-          “Necesitamos ser respetados, así como nosotros les respetamos a ustedes”.

-        “Los representantes no se comprometen. Queremos al gobernador regional”.

-          “Somos la voz de más de 7,000 indígenas”.

-          “Desde hoy día van a saber quién es el Urituyacu”.

-          “Sabrán lo que es esperar. Nosotros vivimos esperando años”.

-      “Nosotros sabemos lo que ha ocurrido, pero queremos que lo limpien”: respecto a los derrames de 2016.

-          “No quiero irme con la palabra en la boca”.

-          “Nosotros creo que no estamos en el mapa”.

-      “El Estado no ha puesto los ojos ahí, porque poco o nada le importa”.

-          “Si no hay solución, sólo nos queda medir nuestra fuerza”.

-          “Estamos más de una semana y no tenemos resultados”.


Los apus están regresando al Urituyacu. El tiempo irá diciendo si se solucionan alguno de sus múltiples y agudos problemas. Por nuestra parte queremos animarles en sus reclamos, tienen toda la razón y todo el derecho. Sentimos orgullo por ellos, a quienes conocemos por décadas. Muchas gracias por la confianza depositada en nosotros.

lunes, 20 de abril de 2020

DESCONFINAMIENTO, PUEBLOS INDÍGENAS Y COVID-19

Manolo Berjón
Miguel Angel Cadenas
Parroquia Inmaculada-Iquitos

El reciente contagio de dos indígenas shipibo en el Ucayali enciende las alarmas sobre la expansión del COVID-19 en comunidades nativas. Según la información de Ojo Público, los indígenas habían acudido a la ciudad de Pucallpa para abastecerse de comida: [https://ojo-publico.com/1767/detectan-dos-casos-covid-19-en-comunidad-shipibo-conibo-de-ucayali]. Lo cierto es que la relación campo-ciudad, cada vez más intensa, pasa por momentos delicados. Nos encontramos con Postas Médicas desabastecidas, sin material de bioseguridad, con escaso personal sanitario, sin la capacitación adecuada al respecto, con mucha distancia de las comunidades a las que sirven, sin el combustible necesario y con culturas biomédica y chamánica que se entremezclan en diferentes puntos pero con diferente nivel de status. No siempre en proceso de comprensión y buen entendimiento, con relaciones de poder excesivamente verticales, y poca escucha de los indígenas en sus propias categorías, nos encontramos con un panorama de una gran complejidad.
© Manolo Berjón 2012, comunidad de Monterrico, distrito de Urarinas, provincia de Loreto.

Descargar toda la responsabilidad sobre las comunidades nos parece poco adecuado. Por supuesto que cerrarán las comunidades, por supuesto que algunos se internarán en la selva. Pero solo algunos. Cuando se levante el confinamiento, los medios de comunicación comenzarán a relajar sus medidas y lanzarán mensajes más tranquilizadores. Medios de comunicación que afectarán las opiniones en las comunidades, que ayudarán a rebajar el hermetismo. Es así que llegará realmente el peligro. El asunto no consiste en descargar toda la responsabilidad en las comunidades, el tema pasa porque el Estado controle a los que salgan de las ciudades.

Cuando llegue el momento de salir de nuestras casas, aunque no sea una estampida como habíamos pensado, saldrán personas para recorrer los diferentes ríos. No descarguemos toda la responsabilidad en ellos. Seamos conscientes que los necesitamos: muchos de ellos llevan pilas para las linternas, cartuchos para la caza, fósforos…, imprescindibles a estas alturas en las comunidades nativas y retornan a la ciudad con productos de primera necesidad: plátano, yuca, pescado, carne de monte… No defenderemos a los comerciantes, muchos de ellos usureros, pero tampoco es el momento de demonizarlos y descargar toda la responsabilidad sobre ellos.

Por supuesto, que saldrán empresarios inescrupulosos a talar madera, a esquilmar territorios indígenas. Sin embargo, los peones que los acompañarán serán la gente de la periferia de las ciudades, muchos de ellos indígenas urbanos. Aquellos a quienes hemos insultado por no respetar el confinamiento porque viven al día y en espacios hacinados. Aquellos que se han aglomerado en los mercados más populares y a los que no les ha llegado un mensaje adecuado de cómo protegerse porque solo emitimos en onda occidental. Aquellos que buscarán cualquier oportunidad para encontrar comida después de este tiempo extraño. Aquellos que siguen teniendo familia en las comunidades. Porque se pueden cerrar los ríos y las comunidades. Pero qué haces cuando el que llega es tu hermano, tu primo, o tu padre. Sin apenas pruebas, es muy probable que algunos de los que viajan a las comunidades sean asintomáticos: no muestren ningún síntoma y, sin embargo, puedan contagiar a sus parientes.

Es bueno cerrar las fronteras, como se ha hecho. Un solo ejemplo es suficiente. En el bajo amazonas, en la zona de triple frontera (Brasil-Perú-Colombia) es difícil que los tikuna no se muevan transfronterizamente para visitar a sus familiares. Si algo nos ha demostrado este coronavirus es que no conoce fronteras. Y el trato que se le da desde el Estado-nación es obsoleto para estos tiempos de pandemia global. Además de injusto, porque es evidente que Alemania no tiene los mismos recursos que Perú, y sin embargo, todos nos tenemos que enfrentar al COVID-19, pero inequitativamente.

Quiénes saldrán a las comunidades: fundamentalmente madereros, es la época de creciente de los ríos. Aunque a muchos de ellos la pandemia ya les pilló en territorios indígenas, donde se quedaron. Esta es la temporada que aprovechan para esquilmar de madera los bosques. Tengamos en cuenta que cada vez los madereros se adentran más en territorios indígenas, incluso en lugares extremadamente apartados de las ciudades, los únicos lugares donde quedan todavía algunas maderas de valor. Con ellos van algunos peones de la ciudad, fundamentalmente indígenas urbanos que habitan las periferias de las ciudades. También se adentrarán por los ríos los comerciantes, tan imprescindibles para proporcionar algunos bienes a los comuneros y alimento a las ciudades. Y, los maestros, que algún día tendrán que comenzar con las clases presenciales, porque las clases virtuales están vetadas para la mayoría de las comunidades nativas, con una brecha digital que no hace sino profundizar las desigualdades. Habrá otros colectivos como viajeros y turistas, que ahora acudirán en menor medida, pero no dejarán de viajar. Funcionarios estatales varios para el pago de Pensión 65, el Programa Juntos…

En fin, que se necesita un plan para la atención de las comunidades nativas. Sugerimos que se hagan controles con pruebas rápidas en los principales ríos para que si alguna persona da positivo no se le permita seguir viajando. Ya sabemos que las pruebas rápidas no son totalmente fiables. Hay que subsanar la partida de las que no están certificadas. Estas pruebas rápidas se pueden exigir como una condición imprescindible para dar el zarpe. Se necesitan mascarillas y protocolos de actuación en las Postas Médicas: cómo actuar en caso de presentar síntomas, si hay posibilidad de evacuación…

Todo control que se pueda realizar ahora será poco. Tengamos en cuenta, que los pueblos indígenas soportan niveles más altos de desnutrición y anemia, de enfermedades respiratorias y diabetes, de contaminación con metales pesados e hipertensión, entre otras. Enfermedades que les hacen más vulnerables ante la pandemia. Y como hemos señalado en el primer párrafo, que si se enferman será difícil poder atenderlos. Las distancias a las Postas Médicas, tanto geográfica como culturalmente, el desabastecimiento de las mismas, el poco personal… hacen más difícil el control del COVID-19 en comunidades nativas.

Unido a ello es fundamental seguir haciendo un ejercicio de comunicación donde el emisor no sea tan vertical que no escuche los mensajes que salen del receptor. Se necesitan relaciones más igualitarias, no tan verticales. Es preciso buscar cómo los pueblos indígenas han afrontado otras epidemias para buscar la resiliencia necesaria y las fuerzas para afrontar esta pandemia. Algunas familias se irán al monte por un tiempo, puede que sea la mejor medida, pero no está al alcance de todos, ahora que cada vez más dependen del mercado y su economía cada día se monetiza más. Es responsabilidad del Estado, no es ético descargar todo el peso sobre las comunidades nativas.

sábado, 4 de abril de 2020

COMUNIDAD NATIVA DE NUEVA ALIANZA CIERRA LA BOCA DEL RÍO URITUYACU en tiempos de coronavirus


Para Gilter Yuyarima y Sonia Caritimari, Animadores Cristianos.

Manolo Berjón
Miguel Angel Cadenas
Parroquia Inmaculada - Iquitos

El dispositivo que se ha montado en los principales puertos de Iquitos para que no naveguen botes, que nos creímos los primeros días, ha terminado por ser permeable. Reconocemos que es difícil cerrar los ríos. Un compañero de Indiana nos dice que hace cuatro días atrás llegó un bote desde Iquitos. Antes de ayer Leonardo Tello señala en su fb que la carretera con Nauta es un coladero porque llegan hasta gaseosas. [¿Son necesarias las gaseosas en este tiempo?]. De igual manera con el puerto. Unos Animadores Cristianos de la Comunidad Nativa de Nueva Alianza, en la boca del río Urituyacu, nos envían una foto cerrando el paso de entrada en dicho río, situado en el distrito de Urarinas, provincia y región Loreto.

© Manolo Berjón 2013, Comunidad de Nueva Alianza

Gilter y Sonia han venido insistiendo, desde el comienzo de la cuarentena, a la comunidad y a sus autoridades, que tenían que cerrar el río. El jueves pasado han llevado a cabo el cierre. Han demorado todo este tiempo en convencer a la comunidad. Entre otras cosas, por falta de comunicación pertinente por parte del Estado, uno de los talones de Aquiles de esta pandemia en la panamazonía y más allá. En este tiempo han entrado, al menos, 5 botes al río Urituyacu. ¿Habrán llevado el coronavirus? No lo sabemos, habrá que esperar. Aunque bien haría el Ministerio de Salud de estar alerta.

© Gilter Yuyarima abril 2020, boca del río Urituyacu cortado con soga de red, comunidad de Nueva Alianza



© Manolo Berjón 2013, comunidad de Nueva Alianza


Cortar la entrada del Urituyacu no es una decisión fácil. Significa que las comunidades de dentro se quedan sin ningún tipo de suministro. Cosas tan triviales como adquirir fósforo, pilas, cartuchos…, o vender algo de caza o incluso gallina… se ven truncadas. Sin embargo, en ocasiones excepcionales como esta lo amerita.

Nueva Alianza es una comunidad muy compleja, con familias que se han asentado provenientes de muchos lugares, incluidos comerciantes. Se dedican tradicionalmente a la pesca y a la chacra. Pero, al estar situada en la boca del Urituyacu, ha crecido mucho en los últimos 20 años. Es uno de los puntos donde se reparte el Programa Juntos y Pensión 65. También es un lugar de abastecimiento de las familias que viven en el interior del Urituyacu: unas 15 comunidades [porque hay mucho movimiento y no es tan fácil precisar cuántas comunidades hay en este momento]. Un lugar donde se han asentado muchos comerciantes.

En el Urituyacu habitan los pueblos indígenas kukama, urarina y omurano. Estos últimos son muy pocos, y están mezclados con los urarina, pero fueron los habitantes ancestrales de este río. Cortar la entrada significa protegerles. La decisión que ha tomado la comunidad de Nueva Alianza, si es que no está ya el coronavirus dentro, les protegerá. Al menos, durante un tiempo. Nuestra mayor preocupación vendrá cuando se levante el confinamiento y comiencen los movimientos por todos los ríos de la Amazonía. Nos parece que puede ser el momento de mayor peligro para los pueblos indígenas. Además, Ecuador no puede contener la pandemia, especialmente en Guayaquil. Y Brasil no está haciendo lo suficiente. Bolsonaro, que es un peligro público, haría un bien a la humanidad si se retirase.

© Manolo Berjón 2013, Sonia Caritimari

Esta apresurada nota quiere agradecer el esfuerzo incansable de Gilter Yuyarima y Sonia Caritimari, con quienes hemos aprendido muchas cosas del pueblo kukama. Con ellos hemos compartido viajes, comidas, conversaciones, risas y dificultades. En muchas oportunidades nos han preguntado qué sentido tiene visitar una comunidad pequeña. Nuestra terca respuesta: la iglesia no se puede medir por el impacto que se ve. La iglesia tiene que acompañar, cuidar, aprender, señalar caminos, caminar con la gente, escuchar, volver a escuchar y perder el tiempo porque sólo perdiendo el tiempo podemos encontrarnos con el Misterio.

© Manolo Berjón 2013, Gilter Yuyarima

Hemos visitado “comunidades” con solo tres casas. Hemos visitado comunidades más grandes donde solo nos reuníamos con 5 personas. Algunos nos decían: pierden el tiempo. Tal vez. Pero la pareja de Animadores Cristianos Gilter y Sonia, Sonia y Gilter, han sido el impulso para cerrar la boca del Urituyacu. Perú no se lo agradecerá, pero los pueblos indígenas del interior del Urituyacu, y las personas conscientes saben que han realizado un hecho histórico. Ojalá no haya entrado el coronavirus todavía y se pueda frenar.

Aquellos que dicen que la Iglesia no hace nada, harían bien en conocer personas como Gilter y Sonia, Sonia y Gilter. ¿Qué hacen los Animadores Cristianos? Rezar… y practicar lo que rezan. O al revés: practicar y rezar lo que practican. Bueno, ya nos entienden. Esta es la iglesia de la selva, la iglesia que salió del Sínodo Panamazónico. Una iglesia que es Cuerpo de Cristo. Una iglesia que se preocupa de los cuerpos más vulnerables e indefensos. Sonia y Gilter, Gilter y Sonia…

lunes, 15 de mayo de 2017

LOS OMURANO: HABITANTES DEL RÍO URITUYACU

Iquitos, 15 de mayo de 2017

Manolo Berjón
Miguel Angel Cadenas


Para Rafael Macusi, que nos abrió los ojos.


Para 1930 Tessmann (1999: 246-254) da cuenta de un lugar denominado Omurana que está a seis días de viaje en canoa de la boca del Urituyacu.  También refiere un lugar situado a un día de navegación por nombre Urituyacu. Actualmente es la estación de un peruano, pero había sido propiedad de José Dosantos González, “patrón” de los Omurana. Antiguamente los Omurana se enfrentaban a los Candoshi, una sección de ellos vive en las fuentes del Bohorceyacu, el tercer tributario del Urituyacu desde abajo, y a los Pinche que viven en las fuentes del Sungaroyacu, cuarto afluente del Urituyacu desde la boca. Hasta aquí Tessmann, que, por cierto, es la última referencia de la que disponemos.

No es fácil identificar los lugares que nombra Tessman. La toponimia ha ido cambiando a lo largo del tiempo. Es una toponimia ego-centrada, es decir, que depende del sujeto que da nombre a los lugares. Por eso cambia con el tiempo y con los diversos sujetos. Preguntando a la gente, los seis días en canoa para llegar a un lugar denominado Omurana pudiera coincidir con el actual Yanayacu, un tributario por el lado izquierdo entre las actuales comunidades de San Juan de Abejaico y Ayahuasca. Sin embargo no hay certeza de los lugares a los que se refiere Tessmann. Según este autor los Omurano viven por el Urituyacu más arriba que los Pinche y Candoshi (1999: 246).

Los testimonios actuales coinciden que eran violentos. Posiblemente porque sus tierras han sido invadidas o por temor a las epidemias. En cambio, el señor González, su patrón en tiempos de Tessmann, los califica de “carácter bondadoso y trabajador” (1999: 252). Respecto a la estación Urituyacu no nos dice si hay Omurano o quiénes son los peones. Pudiera ocurrir que a medida que la extracción de recursos iba avanzando, los Omurano se fueran desplazando más arriba. Tal vez la estación Urituyacu hubiera estado poblada de Omurano anteriormente, pero en tiempos de Tessman no dice quiénes eran los peones. Como indica una población muy escasa da a entender que los habitantes de Urituyacu ya no son Omurano. De igual manera, “entre los Omurana no hay elementos poblacionales ajenos, tampoco mujeres de otras tribus… Los Omurano tienen de una a dos mujeres cada uno, sólo el cacique tiene tres” (1999: 251). Sin embargo, para ésa época la población ascendía a “trece hombres, ocho mujeres y tres niños” (1999: 246). Es difícil de creer que con una población tan exigua no hubiera mezcla con otros pueblos. En buena lógica, si hay trece hombres correspondería entre 12 y 24 mujeres, mas las que tuviera el cacique. En total vendría a ser entre 13 y 27 mujeres, resulta que sólo hay ocho. ¿Qué ha pasado? Una posible explicación es que han sido robadas por los Candoshi. Veremos después el caso de Triunfo.

© Barbara Fraser, 2014. 


TERRITORIO

Tessmann no da cuenta de la presencia Urarina en el Urituyacu. No sabemos con certeza la fecha de su visita. Lo cierto es que el prólogo de su libro data de julio de 1929 y la publicación en alemán es de 1930. Tal vez no existía presencia Urarina en el Urituyacu para esa época, o era muy escasa, o sí existía, pero era un dato desconocido para Tessmann. No lo sabemos, y estas especulaciones entran en el terreno de la conjetura. Sin embargo, alrededor de 1935 es una posible fecha del nacimiento del Sr. Mariano, uno de los actuales ancianos urarina que encontramos abajo del actual Progreso II. Según él, nació en un lugar ubicado en las cercanías del actual Caymituyo. Sea como fuera, para la década de 1930, el Urituyacu ya era un emplazamiento mutiétnico: Omurano, Candoshi y Pinche, mencionados por Tessmann, mas Urarina, que no lo nombra.

Completando la información, el actual presidente comunal de Santa Rosa de Urarinas, nacido en la vecina comunidad de Urarinas en 1954, distrito homónimo y provincia de Loreto, cuenta que “mi abuela ha venido del Brasil, era bien negra, el pelo era churrasco y su apodo era carbón”. En esta comunidad vivía gente “urarina que salía del Chambira y del Urituyacu”. Es interesante que viniera de Brasil, dado que el apellido del patrón Dosantos indica la misma procedencia. En segundo lugar, este testimonio avala la hipótesis que para esas fechas ya había presencia urarina en la comunidad homónima y en el Urituyacu.

En un taller de presidentes comunales en Santa Rita de Castilla el 2011 el apu de Cuninico hace referencia a un lugar denominado Omurana dentro de la quebrada Cuninico, una quebrada que sale al Marañón por la margen izquierda, en el distrito de Urarina. El caño y la cocha están en un lugar alto, a unas tres horas en peque peque desde la boca. Y añade: “desaparecieron en un ataque de viruela”. En este mismo taller el apu referido de Nueva Santa Rosa de Urarinas indicó que “mi abuelo ha conocido a los Omurano, mi papá ya no los conoció”. Según este testimonio nos estaríamos remontando hasta la década de 1930, si no antes. Se refiere a los Omurano de la quebrada Cuninico.

Otro testimonio de un anciano de la actual comunidad de Monterrico indica que “en el Patuyacu vivían: balsacho, urarina y Sarayacu”. El Patuyacu es una quebrada que desagua en el Marañón por la margen izquierda, también en el distrito de Urarinas, a la altura y enfrente de la actual comunidad de Monterrico. Entrando por el Patuyacu podemos llegar, en época de creciente, a las primeras comunidades del Urituyacu, a la altura de la actual Cafetal. Balsacho es un término para designar a los chayahuitas o shawi de Balsapuerto; sarayacu corresponde a una parcialidad andoa en la boca del Pastaza. Todo esto es corroborado por otro testimonio de un jíbaro nacido en Santo Tomás, actual Monterrico y enfrente del Patuyacu, una entrada natural en época de creciente al Urituyacu, el 18 de enero de 1943. Narra que su padre ha venido con un patrón del alto Bobonaza, en Ecuador.

Para completar el cuadro indicamos que existen dos cochas denominadas Chayahuita en el Urituyacu. Una en Juan Velasco Alvarado y otra en San Enrique. Añadimos que la actual comunidad de Juan Velasco Alvarado comenzó a denominarse así a partir del 23 de mayo de 1976, anteriormente su nombre era Chayahuita. Tessmann no da noticia de estos nombres, pudiera ser por desconocimiento o bien porque la entrada de este pueblo sea posterior. Sabemos que los nombres de estas cochas son anteriores a los actuales asentamientos kukama, que básicamente datan de la década de los 70, e incluso anteriores a Cafetal que tiene como fecha de fundación 1963. Todo esto nos hiciera postular como probable una fecha entre 1930 y 1950.

¿Cómo llegaron al Urituyacu los Chayahuita, Shawi? No lo sabemos y no tenemos ninguna noticia de migración entre los estudiosos de este pueblo al Urituyacu. Los motivos pueden ser varios: han podido huir de la brujería o han venido con algún patrón. Sea como fuere ahí han dejado su marca. ¿Por qué han dejado su nombre en una toponimia ego-centrada? Es otra pregunta que nos queda suelta.

Con este bosquejo podemos indicar que para la época de Tessmann el Urituyacu era compartido por varios pueblos: Omurano, Candoshi y Pinche. Los patrones hacen su trabajo y trasladan gente de un lugar a otro, por eso varios Jíbaro viven a comienzos de la década del 40 en Santo Tomás, considerada una de las puertas de entrada del Urituyacu. De igual manera shawi, urarina y andoa en el Patuyacu, mas la presencia de Omurano y Chamikuro en Cuninico. Los padres de Antonio Vela, Bancal, nacen en el Urituyacu. Si Antonio nace en 1960, puede que sus padres nacieran hacia 1930-1940. “Mi mamá era del caño que está a la banda de Velasco”. Es decir, se convierte en un territorio multiétnico. Los suegros de don Pancho, Guineal, estaban mitayando en el Urituyacu cuando nació su hija, la mujer de don Pancho [1940-1950 aprox.]. Simón Inuma Manizari, nacido en 1960, presidente comunal de Guineal dice que su papá era de Jeberos y entendía omurano. Mi mamá hablaba omurano y quichua[1]. Mi papá entró al Urito en 1962”. Y podríamos continuar aduciendo más testimonios. Tal vez esta imagen corresponda más a la realidad de siempre. Espacios mayoritarios de un grupo pero compartidos entre varios, con fronteras porosas.

Esta tendencia la vemos corroborada en biografías como la de Jorge Macusi Nuribe que conoce Santo Tomás, donde nació, Vista Alegre y Chanchamayo donde estudió, todo el Urituyacu y el Zancudo y el Pastaza. Buscar más biografías que corroboren esta hipótesis.

Nos gustaría señalar un dato más respecto al territorio. Ya hemos indicado que el Patuyacu y el Cuninico son dos quebradas que salen, actualmente, al Marañón por la margen izquierda. En ambas quebradas han tenido presencia los Omurano. Pues bien, un anciano del actual Monterrico nos comunicó: “el Patuyacu no daba al Marañón sino al Urituyacu”. Y de igual manera tenemos registrado que el Cuninico tampoco ha salido siempre al Marañón.

¿Cómo interpretar estos datos? Los grandes ríos amazónicos, como el Marañón, no tienen un curso fijo. Tengamos en cuenta que estamos a poco más de 110 m.s.n.m. y unos 4250 de km. del Atlántico. Esto hace que surjan los meandros como oportunidad de dar suficiente velocidad al agua para que no quede empantanada. Esta razón explica los deslizamientos de estos grandes ríos en un perímetro de unos 3 km. a ambos lados de su curso. De esta forma tenemos que los ríos fluctúan. Pues bien, cuando el Marañón se desplaza hacia el norte, como actualmente, las quebradas Patuyacu y Cuninico vierten sus aguas al Marañón, pero cuando el Marañón se desplaza hacia el sur ambas quebradas desaguan en el Urituyacu, que sale más abajo. Vestigios de esto son las islas actuales frente al actual Patuyacu y en la zona del Cuninico. Esto nos permite tener unificado el territorio Omurano en torno al Urituyacu.


LENGUA

Para 1930 “todos hablan su lengua, casi todos hablan quechua y uno solo habla bien el español”. De los dos informantes que posee, “el del Uritoyacu que no hablaba bien español y del cual recibí sólo algunos informes debido a la falta de comunicación, y un Omurana, que hablaba bien español. Este último pasó en el Marañón algún tiempo y es por eso que se había olvidado algunos términos menos corrientes de su idioma” (Tessmann 1999: 252). A partir de aquí todo es silencio. Aunque Fabre (2005) dice que los últimos hablantes de este idioma fallecieron a finales de los 50 del siglo pasado. Este autor incluye al Omurano, también llamado mayna, dentro de la familia záparo. Viatori (2003) lo clasifica dentro de la familia lingüística zaparoana junto con el andoa (shimigae, semigae, gae), arabela, aushiri, cawarano, iquito, omurano y zápara. Sobre el omurano dice que no hay informes suficientes para revitalizarlo y tampoco hablantes conocidos, al igual que del aushiri. Beier y Michael (2002) también lo integran en la familia Záparo junto con el andoa, aushiri y cahuarano, todos ellos extinguidos. Quedan como idiomas sobrevivientes de este tronco lingüístico el záparo, arabela e iquito. Es posible que el omurano tuviera hace tres siglos unos 10,000 hablantes. Para Carvalho (2013), basado en Tessmann, el omurano no estaría incluido en la familia zaparoana.

En 2010, en uno de los talleres que organiza la Parroquia, acudió Rafael, estaba enfermo y solicitaba ayuda. Mientras le atendíamos participó en el taller. Un día estábamos recogiendo cuentos y después de varios en kukama le invitamos para que narrara uno. Así lo hizo. Al finalizar invitamos a su compañero a que lo tradujera, pensando que estaba hablando en urarina. No sabía lo que había contado. La pregunta era obvia: ¿en qué idioma has hablado? “Urarina, pero también se Omurano”. La sorpresa fue enorme. Resultó que su compañero era un kukama que vivía en una comunidad urarina por ser su mujer urarina. Estuvimos preguntando y aseguró que sabía el idioma Omurano. A partir de ahí tratábamos de contactar algún lingüista que quisiera investigar, pero la búsqueda fue infructuosa. El 2011 en un taller sobre derechos indígenas en el Urituyacu explicamos a los asistentes que en este río había actualmente tres pueblos indígenas: kukama, urarina y omurano. Una de las profesoras participantes en dicho taller, al año siguiente trabajó en San Joaquín de Omaguas, donde estaba haciendo trabajo lingüístico Zachary O´Hagan. De esta manera llegó la noticia hasta él y nos contactó. El 2012 nos hizo una breve visita y en junio de 2013 le invitamos a visitar el Urituyacu con nosotros. Zachary es un lingüista que está realizando un postgrado en Berkeley y queríamos que hiciera un reporte de la lengua, dado que ningún lingüista peruano había aceptado la invitación. No se encontró ningún hablante fluido. Las personas que decían hablar omurano conocían unas cuantas palabras y algunas pocas frases que habían escuchado a sus mayores. Posiblemente el omurano dejó de ser una lengua fluida hacia 1950. Y durante la primera década de este siglo fueron muriendo todas las personas que habían oído hablar omurano de manera fluida en su niñez. Al día de hoy muchas personas son nietos de quienes escucharon hablar omurano de manera fluida. Y es posible que tengan más conocimientos de los esperados. La visita llegó muy tarde. Sin embargo, a nuestro humilde parecer, si se dedicara más tiempo y permanencia en el Urituyacu, es posible que se encontraran más datos lingüísticos, partiendo del hecho de que ya hace tiempo dejó de ser una lengua de comunicación diaria. Es posible encontrar algunas canciones y otras sorpresas. Los programas de las universidades y el afán por los títulos no son compañeros ideales. La investigación, además de tiempo y dinero, exige también un poco de fortuna y estar en el momento oportuno como nos recuerda la pelea de gallos en Bali. O’Hagan (2011) ha colgado en internet su informe preliminar del idioma omurano, con datos interesantes, que invitamos a visitar.

Si para 1930 casi todos los Omurano eran bilingües en omurano y quechua, y uno solo habla bien español, en la actualidad todos son bilingües en urarina y español. ¿Cuándo se produjo el paso del Omurano al Urarina? Tessmann lo desconoce, pero nosotros creemos que a partir de esa época ya había matrimonios mixtos. El mismo territorio, el quechua y la escasez de los Omurano podían ser factores que llevaron a dar este paso.

El urarina continua siendo su idioma materno, pero el español es la lengua del resto de comunidades del Urituyacu, la lengua de la administración y del colegio. Los especialistas dirán las posibles diferencias entre el urarina del Chambira y del Urituyacu. Nuestros interlocutores afirman que se entienden bien, pero hay algunas modificaciones en el tono de habla. Por otro lado, nos parece interesante la diferencia que marcan los habitantes del Urituyacu con respecto a los del Chambira. Consideramos que esta rivalidad es superior al espacio en el que se mueven unos y otros. En nuestra opinión los Omurano, que se fueron mezclando con los Urarina del Urituyacu, han dejado su huella, como no podía ser de otra manera. Así tenemos que un insulto frecuente a la gente proveniente del Chambira sea “chambirino”, como un término despectivo. Otro insulto es kichalaa, pene, referido a las gentes provenientes del Chambira.

© Manolo Berjón, 2014


Lista de comunidades junio 2014[2]:

COMUNIDAD
FECHA FUNDACION
COMPOSICION ETNICA

Nueva Alianza
1980
K[3], U

Cafetal
18 de junio 1963
K

Juan Velasco Alvarado[4]
23 mayo 1976
K, U

Nuevo Progreso[5]
1995
U, O

Progreso I
2000 (Repsol)
O, U

Progreso II
2000 (Repsol)
O, U

Caymituyo[6]
1970
K, U

Santa Lucía de Tipishca[7]

U, O

Reforma[8]
23 junio 1973
K

San Enrique
1972
K

Lupunayo[9]

K

Pintuyacu[10]

K

San Antonio de Bancal[11]

U, O

8 de Octubre[12]
2013
O, U

Guineal[13]
1980
O, U


Cunchiyacu[14]
1972-1988 se riegan
O, U

*San Luis antiguo[15]
1995
O, U

*San Luis nuevo
2003
O, U

Ayahuasca[16]
1978
K, U

San Juan de Abejaico[17]
1976
K

UNA BREVE NOTA SOBRE EL COLEGIO EN COMUNIDADES URARINA-OMURANO:

Los niños de la comunidad de Santa Lucía de Tipishca acuden al colegio en Caymituyo, lugar donde también se puede cursar la secundaria. Pero ninguna persona de ascendencia omurano y/o urarina tiene secundaria. Por supuesto, en las demás comunidades tampoco. Habría que ver los últimos movimientos que se están produciendo con familias provenientes de Ayahuasca y otras comunidades hacia Nueva Alianza, lugar que también cuenta con secundaria. Pero hasta el momento, insistimos, no hay ninguna persona de ascendencia omurano y/o urarina que tenga estudios secundarios.

Respecto a la primaria: la mayoría de comunidades cuenta con un colegio auspiciado por el Estado. Los locales escolares acusan múltiples deficiencias. La implementación de material didáctico es escaso y desconoce la reglas mínimas de la interculturalidad. En teoría cada comunidad tiene asignados uno o varios profesores. Lo cual no es garantía que se desarrollen las clases. Es frecuente que algunos profesores no pisen en todo el año la comunidad a la que están asignados. La consecuencia es evidente: muchos niños no saben leer ni escribir. Y los que saben, en la mayoría de los casos, no son fluidos. En nuestra visita de 2010 nos impresionó el siguiente comentario en la comunidad de Guineal: “ven esos jóvenes de ahí, ninguno sabe leer ni escribir”. El profesor de dicha comunidad llevaba varios años cobrando del Estado sin pisar la comunidad. Se da el caso que los padres de estos jóvenes sí acudieron al colegio en su niñez y saben leer y escribir. Es normal que alguna comunidad haya informado a la UGEL (Unidad de Gestión Educativa Local) Nauta de la situación, pero no han conseguido que los profesores en cuestión acudan a su lugar de trabajo.

Los niños de Santa Lucía de Tipishca y los urarina que habitan la parte de arriba de la comunidad de Caymituyo, donde acuden al colegio, tienen que enfrentar una potente discriminación. La misma que enfrentan todos los omurano y urarina adultos con el resto de personas que habitan el Urituyacu.

Con este panorama es fácilmente comprensible que no tengan profesores bilingües. Para el 2014, último año que les visitamos, sólo había un profesor bilingüe en la comunidad de Nuevo Progreso. Un profesor urarina proveniente del Chambira. Ya hemos anotado más arriba lo que sugiere el término ‘chambirino’. Por supuesto, todos desconocen la presencia histórica de los omurano.

No es cuestión únicamente de solicitar colegio y profesores, ni siquiera que sean bilingües. Es preciso que se produzcan relaciones interculturales, algo que estamos lejos de percibir.


CUADRO PROVISIONAL E INCOMPLETO DE EPIDEMIAS Y ENFERMEDADES:

EPIDEMIA
LUGAR
FECHA
INFORMANTE
COMUNIDAD INFORMANTE
01
Viruela
Cuninico
1920-1930
Pablo Silva Salinas
Nueva Santa Rosa de Urarinas (2011)
02
Sarampión
Yanayacu de arriba
Antes de 1950
Julio Inuma Vela[18]
Bancal (2013)
03
Gripe

1950-1955
Julio Vela Inuma
Bancal (2010)
04
Sarampión

1968
Ventura Inuma Vela[19]
8 de Octubre (2013)
05
Sarampión
En todo el Urito
Hacia 1970
Juan Macusi Nuribe
Progreso I (2013)
06
Sarampión
Cafetal (de ahí han fundado Cunchiyacu)
1972[20]
Carmen Macusi Nuribe[21]
San Luis (2012)
07
Gripe
Guineal
1972
Ventura Inuma Vela[22]
8 de Octubre (2013)
08
Vómito y diarrea
Caymituyo
1972
Simón Inuma Manizari[23]
Guineal (2010)
09
Sarampión
Progreso
1973
Simón Inuma Manizari[24]
Guineal (2010)
10
Gripe
Progreso
1973
Ventura Inuma Vela[25]
8 de Octubre (2013)
11
Sarampión
Progreso, ese tiempo se llamaba California. (De ahí he ido a trabajar a Pintuyacu)
1973-1974
Simón Inuma Manizari[26]
Guineal (2010)
12
Sarampión
Debajo de Progreso II, California
1975
Pedro López Inuma[27]
San Luis (2010)
13
Sarampión
California
1976
Felipe (mapachero)[28]
Bancal (2010)
14
Sarampión
Progreso II
Hacia 1976
Mamerto Inuma López[29]
San Luis (2013)
15
Sarampión
por todo el Urituyacu
Antes 1977
Juan Macusi Nuribe[30]
Progreso I (2013)
16
Sarampión 
Caymituyo
1979
Florinda Inuma López[31]
Nueva Alianza (2010)
17
Sarampión
debajo de Caymituyo (de pena me he venido acá [Guineal]).
1980
Don Pancho[32]
Guineal (2010)
18
Sarampión
Cafetal
1980
Julio Vela Inuma
Bancal (2010)
19
Malaria Falciparum[33]
Todo el Urito
Hacia 1980-1981
Ligia Saboya Celis
Reforma (2013)
20
Vómito y diarrea
Guineal viejo
1984
Simón Inuma Manizari[34]
Guineal (2010)
21
Cólera

1984
Ligia Saboya Celis[35]
Reforma (2013)
22
Vómito y diarrea
Guineal viejo
1986
Simón Inuma Manizari[36]
Guineal (2010)
23
Gripe
Cafetal
1990
Julio Vela Inuma
Bancal (2010)
24
Malaria falciparum
Guineal nuevo
2005
Simón Inuma Manizari[37]
Guineal (2010)

Arriba de la cashuera de Abejaico hay un lugar denominado “Sarampión”.


 © Manolo Berjón, 2014


PATRONES Y RR.NN.

Luis Macusi Nuribe, San Luis, 1 de junio de 2010: Nací en Rayayacu, afluente del Yanayacu, del Urito, cuando estaban madereando. Tengo 49 años [año 2010]. Había más gente ahí. No había comunidades en el Urito. Solo era comunidad Cafetal y solo vivían ahí mis familiares antiguos. Purito urarinas. Nosotros somos natos del Urito.

PATRON

AÑOS
ACTIVIDAD
COMUNIDAD
PEON
01
Rafael Zubiate


Nueva Alianza
Julio Inuma Vela[38] (2010)
02
Héctor Ocampo
Hacia 1958[39]
Sacando ojé
Río Chambira[40]
Don Pancho (2010)
03
Víctor Rengifo[41]

Pasto
Caymituyo
Don Pancho (2010)
04

1945-1950


Don Pancho (2010)[42]
05
Solsol de Monterrico
2010
cumala, estoraque, lupuna
San Luis
Pedro López Macusi (2010)
06
Bladner Tenazoa

Chacras
California
Pedro López Macusi (2010)
07
Catalino Valencia
1961
Caoba, cedro, copaiba.
Rayayacu, afluente del Yanayacu
Luis Macusi Nuribe[43] (2010)
08
Rafael Zubiate[44]

Caucho por el Huallaga

Julio Inuma Vela (2010)[45]
09


Madera
Progreso II está sacando madera y la gente de Progreso I está molesta.
Juan Macusi Nuribe (2011)
10
Jaime Ríos Tuesta (+2014)


Tsupaytsupana[46]
Jaime Ríos Tuesta (2012)
11
José Dosantos



Jaime Ríos Tuesta[47] (2012)
12
Rafael Zubiate, boca del Urituyacu.


Madera: caoba. Chacras.

Papá de Darío Cariajano Yahuarcani (2013) y gente del Urituyacu
13
Rafael Zubiate
Antes 1958

Triunfo[48]


José Meléndez
1958

Triunfo[49]


Dosantos

Caoba y pieles
Mi suegro Bautista, (Ventura Inuma Vela 2013)

Segundo Montalván
1958

Triunfo
Taller en 8 de Octubre

Jacobo Rengifo Oliveira


San Regis


Víctor Rengifo Oliveira (+2008)

Caza, pieles, madera: cumala, lupuna, cedro; chacra
Caymituyo


Ignacio Rengifo Oliveira (+2005)[51]


Nauta


Oscar Rengifo Oliveira


Iquitos y Solterito


Alberto Rengifo
1969-70
pieles
Caymituyo-Chuccha[52]


Moisés Rengifo
Antes 1970[53]
Lanchero (bote, regatón) hasta Abejaico




LISTA PROVISIONAL DE PATRONES

PATRON

AÑOS
ACTIVIDAD
COMUNIDAD
PEON
01
José Dosantos[54]
1930[55]
Caoba y pieles
Mi suegro Bautista, (Ventura Inuma Vela 2013)
02
Rafael Zubiate, boca del Urituyacu.


Madera: caoba. Chacras.

Papá de Darío Cariajano Yahuarcani (2013) y gente del Urituyacu
03
Rafael Zubiate


Nueva Alianza
Julio Inuma Vela[57] (2010)
04
Rafael Zubiate[58]

Caucho por el Huallaga

Julio Inuma Vela (2010)[59]
05
Rafael Zubiate
Antes 1958

Triunfo[60]

06
Catalino Valencia
1961
Caoba, cedro, copaiba.
Rayayacu, afluente del Yanayacu
Luis Macusi Nuribe[61] (2010)
07
Jaime Ríos Tuesta (+2014)


Tsupaytsupana[62]
Jaime Ríos Tuesta (2012)
08
Bladner Tenazoa

chacras
California
Pedro López Macusi (2010)
09
Oscar Rengifo Oliveira


Iquitos y Solterito

10
Ignacio Rengifo Oliveira (+2005)[63]


Nauta

11
Jacobo Rengifo Oliveira


San Regis

12
Víctor Rengifo[64]

pasto
Caymituyo
Don Pancho (2010)
13
Víctor Rengifo Oliveira (+2008)

Caza, pieles, madera: cumala, lupuna, cedro; chacra
Caymituyo

14
Alberto Rengifo
1969-70
pieles
Caymituyo-Chuccha[65]

15
Moisés Rengifo
Antes 1970[66]
Lanchero (bote, regatón) hasta Abejaico


16
Solsol de Monterrico
2010
cumala, estoraque, lupuna
San Luis
Pedro López Macusi (2010)
17


madera
Progreso II está sacando madera y la gente de Progreso I está molesta.

18

1945-1950


Don Pancho (2010)[67]


LUGARES DONDE ESTUDIARON ALGUNOS URARINA

ESCUELA
FECHA
GRADO
INFORMANTE
COMUNIDAD INFORMANTE
01
Chanchamayo
Años 70
4º prim.
Jorge Macusi Nuribe
Bancal (2010)
02
Vista Alegre
Años 70
5º prim.
Jorge Macusi Nuribe
Bancal (2010)
03
Santo Tomás
Años 60
3º prim.
Juan Macusi Nuribe
Progreso I (2010)
04
Caymituyo
1966

Simón Inuma Nuribe
Guineal (2010)
05
Caymituyo
1977

Pedro López Macusi[68]
San Luis (2010)
06
San Luis (viejo)[69]
1975

Pedro López Macusi
San Luis (2010)
07
Cunchiyacu
A partir de 1981

Mamerto Inuma López
San Luis (2010)
08
Santo Tomás
1971

Luis Macusi Nuribe
San Luis (2010)
09
Urarinas
Hacia 1950

Pablo Silva Salinas[70]
Nueva Santa Rosa de Urarinas (2011)
10
Cafetal
1966-1968

Antonio Vela Ahuite[71]
Bancal (2011)
11
Cafetal y Cunchiyacu


Mamerto Inuma López
San Luis (2011)
12
Santo Tomás
1952-1955

Felipe
San Felipe (2012)

Santo Tomás
1962-1965

Juan Macusi Nuribe
Progreso I (2013)


© Manolo Berjón, 2014


DON JULIO INUMA VELA, Bancal, 4 de junio 2010: habla sobre omuranos.

Los “mestizos” nos mezquinaban el terreno. Por eso he salido de ahí. He salido de Reforma porque me mezquinaban la chacra. Decían que de él es el terreno. Así he salido de allá. Yo he salido bien muchachito de Reforma.

En 1971 entra Pracla al Urituyacu: Ligia Saboya Celis, Reforma (2013).
En 2000 entra Repsol. Además de la sísmica, limpian el Urituyacu para que entren chatas. Consecuencia: huyen los animales por el ruido y el poco pescado que para ese entonces había en el Urituyacu.



BIBLIOGRAFIA.

- BEIER, Christine y MICHAEL, Lev (2002), La condición actual del idioma indígena iquito y las claves factores afectando al proyecto de su recuperación, un informe de Cabeceras Aid Project.

- CARVALHO, Fernando O. de (2013), On Záparoan as a valid genetic unity: Preliminary correspondences and the status of Omurano, en Revista Brasileira de Linguística Antropológica, vol. 5, N° 1, pp. 91- 116.

- FABRE, Alain (2005), Diccionario etnolinguistico y guía bibliográfica de los pueblos indígenas sudamericanos. ZAPARO. Ultima modificación 08/08/11.

- O’HAGAN, Zachary (2011), Informe de campo del idioma omurano, 22 de septiembre de 2011, University of California, Berkeley, en http://www.cabeceras.org/ohagan_omurano_fw2011_report.pdf

- TESSMANN, Günter (1999), Los indígenas del Perú nororiental. Investigaciones fundamentales para un estudio sistemático de la cultura, Abya Yala, Quito.

- VIATORI, Maximilian (2003), Revitalizando el Idioma Zápara, en Memorias del Congreso de Idiomas Indígenas de Latinoamérica-I, 23-25 de octubre de 2003, Universtiy of Texas at Austin, en http://www.ailla.utexas.org/site/cilla1_toc.html

[Esta nota fue escrita en noviembre 2014, no había sido publicada hasta ahora por diversos motivos. Formaba parte de un conjunto de notas sobre tres pueblos indígenas: kukama, urarina y omurano, que pueden leerse en este blog. Estaba concebido como nuestra contribución al centenario de la presencia de los agustinos en Nauta en 2014. Hicimos unas breves correcciones para subirlo al blog, pero básicamente se mantiene la redacción de 2014].



[1] Lo que corrobora los datos de Tessmann.
[2] La misma lista de comunidades es problemática en sí misma y no permite visualizar la alta movilidad que existe entre los Omurano y Urarina del Urituyacu. Sin embargo, la necesidad de la escuela y el poseer un título de comunidad nativa, entre otras, son razones poderosas para nuclearizarse y permanecer en una comunidad. Permítasenos insistir que la sedentarización no da buena cuenta de estos pueblos. Hemos dudado de incluir esta lista de comunidades puesto que puede dar una impresión errónea de lo que sucede pero, haciendo la salvedad de la importancia de la movilidad, nos parece interesante a modo orientativo.
[3] K: kukama; U: urarina; O: omurano. En ocasiones indica U, O y en otras ocasiones O, U. Según nuestro parecer la letra que va primero es predominante.
[4] Más conocida como “Velasco”, a secas. El pueblo kukama se ha ido retirando por cuestiones de colegio. En la actualidad hay 7 familias urarina. Este año 2014 el teniente gobernador era una persona que tiene chacra en la comunidad y también posee una casa en Nauta, su mujer es hija de un comunero de Velasco. Y el agente municipal es un urarina, lo que señala la importancia de los urarina en esta comunidad.
[5] Existe una comunidad titulada con el nombre de Nuevo Progreso, como comunidad nativa ‘cocama’, según los ‘expertos y peritos’ del Ministerio de Agricultura, que por cierto podían tener ojos en la cara. Posteriormente se desintegró. Para el año 2000, cuando la Repsol coloca un cartel con el nombre de cada comunidad aparecen Progreso I y Progreso II. El año 2013 aparece una comunidad con el nombre de San Felipe y el año 2014, en una disputa entre los 3 núcleos poblacionales, San Felipe pasa a denominarse Nuevo Progreso, en un intento disfrutar de las ventajas del título de comunidad nativa y un intento de obtener colegio para su comunidad.
[6] Siempre ha habido un núcleo urarina en la comunidad. En la actualidad una vuelta más arriba, pero conectado por vereda, hay varias familias mixtas kukama-urarina. Y unos 45 minutos por trocha está la “vecina comunidad” de Santa Lucía de Tipishca, que siempre han ido al colegio a Caymituyo. Los años 2011 y 2012 el presidente comunal de Caymituyo era un comunero de Santa Lucía de Tipishca. Este dato más que hablar de la importancia de los urarina en Caymituyo indica la falta de aprecio a un cargo que no entienden para qué sirve. Por tanto, presidente comunal puede ser un urarina.
[7] Viene funcionando como un anexo de Caymituyo. No tienen escuela y los niños tienen que acudir a Caymituyo, como indicamos en la nota anterior. Existe una fuerte discriminación hacia estos niños, que por lo general tienen dificultad en ir al colegio los días que llueve. Caymituyo es una comunidad mayoritariamente kukama y como tal tienen un colegio intercultural bilingüe kukama. En el título, porque la realidad dista mucho de lo mínimo. Sin embargo, los niños urarina sufren una brutal y triste discriminación, incluso por parte de algún profesor, razón por la cual muchos de estos niños no terminan ni la primaria. En junio 2014 hicimos un taller en este anexo alentando a que formen una comunidad propia. Ojalá el Ministerio de Educación les atienda. Pero parece que este Ministerio, como otros, no sólo es vizco, sino sordo y completamente insensible.
[8] En esta comunidad hay varias mujeres urarina reunidas con hombres mayores kukama.
[9] Esporádicamente hay alguna familia urarina para que puedan asistir los niños al colegio.
[10] Una madre de familia es urarina reunida con un kukama.
[11] Es una comunidad urarina con, al menos, una familia descendientes de omurano.
[12] Comunidad urarina mezclada con descendientes de omurano.
[13] Comunidad urarina mezclada con descendientes de omurano.
[14] Comunidad descendiente de omurano mezclada con urarina. Esta comunidad estaba situada en el caño homónimo. Desapareció y posteriormente se volvieron a encontrar para formar San Luis.
[15] Son los antiguos comuneros de Cunchiyacu. Posteriormente hicieron una nueva comunidad, San Luis nuevo.
[16] Comunidad urarina mezclada con omurano en el 75% y el resto kukama. Sin embargo, los kukama son los que controlan la autoridad y las visitas que se realizan en la comunidad. En los últimos años han tenido problemas la familia kukama por la madera y las chacras, involucrando en una relación pésima al pueblo urarina omurano que no tenía nada que ver con los problemas familiares de los kukama.
[17] Es una comunidad reconocida como kukama. En ella hay descendientes de los antiguos patrones. Están ahí para controlar la caza y la madera. También hay comerciantes de varios lugares: Iquitos, Yurimaguas, Tarapoto…
[18] “Mi padre finado dice que ha agarrado sarampión en esta quebrada [Yanayacu] y mi padre ha bajado a Cafetal y ahí han muerto todos mis abuelos. Ahí no vivía gente. Mi padre buscaba ahí, caoba… fue antes de que yo naciera. Recién se había reunido con mi mamá”.
[19] “Cuando ha muerto Agustín, su hermano de Simón, yo tenía 20 años, antes de que me reuniera”.
[20] Es la octava hija de una mujer nacida aproximadamente hacia 1940. También indica: “de ahí fundaron Cunchiyacu”. Sabemos que la fundación de esta comunidad es de 1972.
[21][21] “Pascuala, [mi hija], ha muerto de sarampión. Harta gente ha muerto de sarampión. Ha muerto cuando ya empezaba su seno [11-12 años], no tenía marido”.
[22] “Cuando ha habido un pueblito en Guineal ha venido mi suegro Bautista y mi suegra Asunciona. Bautista ha fallecido en Guineal, tenía 76 años. Se ha enfermado de la gripe y ha muerto. Yo tenía 24 años, no tenía todavía ni un hijo”.
[23] “Ha muerto mi mamá”. “Ha muerto hechizado” en su interpretación.
[24] “Donde se han muerto con sarampión en Progreso”.
[25] “Ha muerto mi suegra Asunciona”.
[26] “Uno mi hermano se ha muerto. Ese tiempo ha muerto una cantidad de gente con el sarampión. Han sido más de 40 personas entre niños y adultos”.
[27] “Ha muerto mucha gente de sarampión. Ahí ha muerto mi hermano José y mi hermana Lucía. Por eso salimos de ahí, para poder sanarnos de la enfermedad, sino se terminaba la generación”
[28] “Su papá de la Florinda Inuma, de Nueva Alianza, ha muerto con sarampión en 1976 en California. Han muerto como 40 personas. Su papá de Florinda se llamaba Raymundo Inuma Manizari, primo de Simón”.
[29] “Ha muerto mi papá, Raimundo Inuma Manizari, y mi mamá, Lucía López Macusi”. También han muerto Santiago y Narcisa, los abuelos con los que se crió. Han muerto en la zona de Progreso II. No nos queda suficientemente claro fue hacia 1976 o hubo otra epidemia en 1978-1979, como indica.
[30] “Antes que naciera Rafael”, su hijo.
[31] Ha muerto Benjamín Inuma Manizari, mi papá. También han muerto el hermano de mi padre y el hermano de mi madre.
[32] “Han muerto un varón y tres mujeres, hijos míos. De pena me he venido para acá” (Guineal).
[33] Les daban de tomar aralen.
[34] “Uno mi hermano se ha muerto con vómito y diarrea, hechizado, ya era joven”.
[35] “Eran tantos los enfermos que no había sueros suficientes. Ha muerto mucha gente”.
[36] “Otro mi hermano ha muerto”.
[37] “Ha muerto mi papá”. “Le ha hecho madurar, se ha hecho amarillo”, en su interpretación.
[38] “Cuando yo era bien llullito” [hacia 1950].
[39] “Ya tenía mujer”. Dice que ha trabajado con los Ocampo cuando tenía 26 años, y en 2010 tenía unos 78 años aproximadamente.
[40] “De ahí me vine a Maypuco y de ahí a Cafetal y he sacado 60 trozas de cumala. De ahí me he ido a Caymituyo”.
[41] “Hasta 1977 en Caymituyo”: información de Pedro López Macusi.
[42] “Su papá de mi señora era mitayero en el Urito, y por eso mi señora nació en el Urito”.
[43] “He nacido cuando mis padres estaban madereando con Catalino Valencia en Rayayacu. Tengo 49 años”, datos de 2010.
[44] Pudiera ser que extrajera caucho en el segundo boom 1942-1945 y una vez acabado esto entrara por el Urito a extraer otros recursos naturales, como estamos viendo.
[45] “A mis papás les han llevado a sacar caucho por el Huallaga”. “El vivía en Alianza”, boca del Urito.
[46] “Abajo del actual Abejaico, ahí he vivido dos años”. Después he vivido otros dos años en Abejaico. De ahí fue a Ayahuasca, 5 años. De ahí vine, he ido a Nuevo Encanto [cercano al actual Cafetal]. En el 2000 me vine a vivir a Cafetal.
[47] “José Dosantos vivía una vuelta arriba de Cafetal, después bajó a la boca para cuidar más al Urito. Cuando él murió dejó libre para que entre la gente. Hace 45 años he pedido permiso a José Dosantos para entrar. He entrado en 1968. José Dosantos era ya viejo”.
[48] Información de Darío Cariajano Yahuarcani, Velasco (2013). “Ha puesto el nombre de Triunfo. Ha venido de Lima”: información del taller con el pueblo urarina del Urituyacu en la comunidad 8 de Octubre, el año 2013.
[49] Muere en el ataque de Triunfo por los murato del Nucuray o los candoshi del Pastaza. Información de Darío Cariajano Yahuarcani, Velasco (2013).
[50] Suponemos que en todo el Urito. Venían mitayeros de Iquitos, Yurimaguas…
[51] Sus hijos viven en Abejaico y se dedican al mitayo.
[52] “El ha fundado Caymituyo. Sus peones eran del Huallaga. Le mataron en el Cuchcha. El señor era mitayero, traía mucha gente para matar animales. En una ocasión encontró un campamento de indios (muchas pieles secas), han robado las pieles y los indios lo siguieron y lo mataron más abajo”: información de Ligia Saboya Celis, Reforma (2013).
[53] Posterior a esta fecha tiene una lancha grande, Edwincito, y hace ruta Iquitos – Yurimaguas. Murió ahogado en 2008 aproximadamente.
[54] Información de José Ríos Tuesta († 2014). “José Dosantos vivía una vuelta arriba de Cafetal, después bajó a la boca para cuidar más al Urito. Cuando él murió dejó libre para que entre la gente. Hace 45 años he pedido permiso a José Dosantos para entrar. He entrado en 1968. José Dosantos era ya viejo”. Esta información corrobora la información de Tessmann que el tal Dosantos tenía una estación a un día de la boca.
[55] Tessmann 1999: 246-254.
[56] Suponemos que en todo el Urito. Venían mitayeros de Iquitos, Yurimaguas…
[57] “Cuando yo era bien llullito” [hacia 1950].
[58] Pudiera ser que extrajera caucho en el segundo boom 1942-1945 y una vez acabado esto entrara por el Urito a extraer otros recursos naturales, como estamos viendo.
[59] “A mis papás les han llevado a sacar caucho por el Huallaga”. “El vivía en Alianza”, boca del Urito.
[60] Información de Darío Cariajano Yahuarcani, Velasco (2013). “Ha puesto el nombre de Triunfo. Ha venido de Lima”: información del taller con el pueblo urarina del Urituyacu en la comunidad 8 de Octubre, el año 2013.
[61] “He nacido cuando mis padres estaban madereando con Catalino Valencia en Rayayacu. Tengo 49 años”, datos de 2010.
[62] “Abajo del actual Abejaico, ahí he vivido dos años”. Después he vivido otros dos años en Abejaico. De ahí fue a Ayahuasca, 5 años. De ahí vine a Nuevo Encanto [cercano al actual Cafetal]. En el 2000 me vine a vivir a Cafetal.
[63] Sus hijos viven en Abejaico y se dedican al mitayo.
[64] “Hasta 1977 en Caymituyo”: información de Pedro López Macusi.
[65] Ver nota 52.
[66] Posterior a esta fecha tiene una lancha grande, Edwincito, y hace ruta Iquitos – Yurimaguas. Murió ahogado en 2008 aproximadamente.
[67] “Su papá de mi señora era mitayero en el Urito, y por eso mi señora nació en el Urito”.
[68] “No he ido al colegio” en Caymituyo, pese a que ya había colegio.
[69] Cambiaron el nombre de Cunchiyacu a San Luis para que se creara el colegio. Posiblemente el cambio de ubicación no es por el colegio sino por alguna muerte.
[70] Mi papá, Pablo Silva Cahuaza, fue el primer profesor de Urarinas.
[71] 51 años el 21 noviembre 2011. “En Cafetal había un colegio. Mi padre tenía miedo a los mestizos (puro Valencia). Nos querían matricular a nosotros; pero mi padre se ha largado a Reforma, a Huacana. De noche nos han hecho huir de miedo. ¿Acaso son mestizos uds. para ir al colegio?”.